Se ha dicho que los seres humanos somos la única especie con imaginación, y es cierto; pero esta, además, es una virtud que nos permite soñar. Los sueños son un mecanismo prodigioso porque nos entregan el sentido del tiempo, y gracias a la imaginación y a los sueños podemos entender que hay un pasado, un presente y un futuro.
Podría decirse que nuestra fundación es una especie de máquina del futuro, pues a través de ella podemos imaginarnos un Jericó para el mañana. De hecho, ese es nuestro trabajo, no solo imaginarlo —con la participación de todos— sino también crear los mecanismos que permitan que ese futuro soñado se convierta en realidad.
A instancias de nuestra Secretaría Técnica se han realizado estudios que permiten darle foco a nuestros esfuerzos, encontrar aliados estratégicos, concitar la participación de otros actores, encontrar diversos mecanismos de financiación y pensar más allá, pensar en términos de territorio
Entonces todo empieza a tomar forma y nos emociona la manera en la que se ha avanzado. Hoy contamos con una visión integral que nos entrega claridades sobre proyectos de gran envergadura en términos de salud, de infraestructura vial y educación, los tres grandes pilares transformadores y constructores de bienestar que marcarán la diferencia.
¡El futuro está ahí y con la participación de todos seremos capaces de construirlo!