Por su ubicación geográfica y la fertilidad de sus suelos, Jericó es una tierra con tradición cafetera. Por eso, gracias a la Fundación ProJericó y a la Asociación Café, Carriel y Arrieros, el Municipio tiene hoy un Laboratorio de café, un espacio que cuenta con maquinaria especializada para la labor cafetera. Así, los cultivadores de este fruto pueden revisar, procesar y moler los granos que cosechan en sus fincas y mejorar cada vez más los estándares de calidad de sus productos.
¿Conoces el proceso del café?, aquí te mostramos cómo es:
Todo comienza en las fincas:
- Después de la recolección de los granos maduros, viene el despulpado y lavado, luego se deja reposar por aproximadamente 18 horas en tanques de agua para que el grano bote el mucílago, es decir la piel que rodea la semilla.
- Posteriormente y después de lavarlo con agua limpia, el grano pasa a la etapa del secado al sol, que en ocasiones puede tener una duración de hasta una semana. Para almacenar el grano se puede hacer con el pergamino seco, es decir con la última piel que recubre la semilla.
¡Al laboratorio!
- Trillado: en esta fase se lleva el grano a la trilladora para quitar el pergamino de la semilla. La máquina que se encuentra en nuestro laboratorio puede trillar hasta 300 gramos de café.
- Medición de humedad: luego la semilla pasa al medidor de humedad y densidad, un paso importante para determinar cuál es la humedad del grano, la cual en condiciones normales debe estar entre el 10% y el 12%.
- Clasificación densimétrica: para este paso el grano pasa por medio de unas mallas que clasifican el grano de acuerdo a su tamaño. En nuestro laboratorio estas mallas van numeradas desde la 12 hasta la 18, entre más alto sea el número, mejor será la calidad del grano gracias a su tamaño.
- Tostado: una vez el grano haya pasado por este proceso, se pasa por la tostadora, una máquina que maneja dos variables importantes: temperatura y tiempo. Para que un café alcance su punto es necesario que alcance una temperatura superior a los 100 grados centígrados durante 12 minutos, esto hace que todos los sabores y matices de nuestro grano emerjan para darle calidad al producto.
- Báscula: en la transformación del café la cantidad es esencial para no alterar el proceso y no causar daños en los equipos, por lo tanto, es importante pesar los granos en cada etapa para así tener certeza de la calidad del producto.
- Molienda: cuando el grano ya está tostado pasa a la máquina que muele el grano de forma fina, gruesa o intermedia, según se requiera para la preparación.
Los sabores de mi tierra
Luego de realizar estos pasos en el laboratorio, se procede a hacer la cata, una evaluación cualitativa y cuantitativa que permite definir los rasgos del café. Los cafés que alcanzan una calificación superior a los 82 puntos se consideran cafés especiales.
El último paso consiste en la preparación del café a través de diversos métodos, algunos tradicionales como las máquinas de expreso y otro un poco más alternativos como la prensa francesa o la máquina de goteo que también se encuentra en nuestro laboratorio.